18 marzo 2007

El blog como imagen del periodista

No voy a decir nada nuevo, porque es de perogrullo que hay varias razones por las cuales un periodista debe mantener un blog. Para empezar, y al contrario del website, es fácil y gratuito, por lo tanto, inexcusable que un profesional de las comunicaciones no le saque punta a esta herramienta de la internet.

Admitido todo lo anterior, hago un mea culpa por el estado de abandono en que se encuentra mi blog, lo cual justifico con mi receso de la actividad noticiosa. Trataré de remediarlo.

Precisamente, creo que la vigencia profesional constituye la clave para que un periodista ingrese al ambiente de los blogs. Cualquier persona puede tener uno y, debido a esto, no es menor el asunto de las facilidades que proporciona el sistema para crear estas páginas. O sea, hasta la señora Juanita puede largarse a escribir en un blog y no me cabe duda de que si lo hace con gracia y sintoniza con la gente, superará en cantidad y fidelidad de lectores al periodista más pintado.

Es verdad que, por problemas de acceso y conectividad, en Chile falta bastante para que este tipo de participación adquiera la masividad e importancia que presenta en los países desarrollados, pero los periodistas no pueden bajar la guardia porque se perderán en la marea del "periodismo ciudadano" cuando llegue. Especialmente los periodistas de mayor prestigio, por un tema de imagen. Sería impresentable que no tengan un blog y sí el verdulero de la esquina.

Para los periodistas que aún no son tocados por la varita de la fama, un blog puede ser el medio para darse “caché”. Por ejemplo, con trayectoria académica, mostrando estudios de posgrado y diversas especializaciones, porque ahora no basta con el simple título de periodista para tener credibilidad en una web que, lamentablemente, está plagada de basura. Y la credibilidad es la base para formar opinión y tener legiones de seguidores, porque de eso se trata.

Llegamos, de esta manera, a lo que considero fundamental en los blogs: el lenguaje. En este artículo no he utilizado el estilo neutro de la tercera persona singular tan caro al periodismo "objetivo", sino que la primera voz, la mía, porque estoy opinando e interpretando. Esos son -a mi parecer- los estilos propios de los blogs. Nadie se informa de las noticias visitando un blog, pero eso no quita que un blog denuncie lo que se está ocultando de la verdad completa.

Por supuesto que hay otros temas ligados a los blogs, como la búsqueda de identidad, la profundización de la democracia y, en el fondo, ejercer nuestra libertad de expresión como se nos dé la gana, incluso cayendo en la injuria, la calumnia y la difamación, pero eso ya no es periodismo. Los comunicadores deben mantener su ética y responsabilidad social en cualquier circunstancia, especialmente cuando se opina e interpreta.

En resumen, me quedo con las razones de vigencia profesional y de formación de opinión para que los periodistas tengan sus blogs y, huelga decirlo, apliquen en ellos las características propias de la web: multimedialidad, hipertextualidad e interactividad, sobre todo esta última particularidad, porque son los comentarios de los lectores los que le dan sabor al blog. Nada más entretenido que ver cómo hacen pedazos los artículos de los otros colegas.